Visto en WTF Microsiervos.
Vía 30 years old child.
Pagaría por una camiseta como esta. Aunque no en negro, los noventa terminaron hace mucho. Vía El TumbaTones, donde el pie de imagen rezaba “Vampiros de verdad dándole una paliza a un mierda”. Para el título del post me he contenido, no es plan de ser penalizados por los todopoderosos buscadores.
¿Publicaré aún más cosas insultantes sobre Crepúsculo? Quién sabe…
He cambiado la colocación de la publicidad en la portada del blog (a ver si subo de cero clicks en la publicidad a uno o dos), y he añadido mi última actualización de Twitter justo encima, con algo que parecía una modificación sencilla y al final me ha llevado media tarde [he escrito un post en neverbyte.net por si le puede ser de utilidad a alguien].
Pequeños cambios, echadle un vistazo y me comentáis qué os parece. O no.
Ah, la vida moderna. Ilustración de Chris Ware para The New Yorker, vía Livertumblr.
Leo en AlexLiam.net un post con el título "Si el final de Lost es una mierda yo me suicido ".
Lo tengo clarísimo, si al final todo resulta ser una gran y oronda mierda (cosa que no creo, pero bueno) la vida ya no tendrá sentido para mi. La sensación de haber perdido los últimos seis años será tan grande que no podré con tanto dolor y la decisión fácil será un tiro en la sien.
Qué le vamos a hacer, no puedo estar más de acuerdo. Dos de Febrero de 2010, emisión del capítulo doble que da comienzo a la sexta y última temporada. Si resulta que todo ha sido un fraude va a representar una sensación de pérdida (¿lo pilláis?) tremenda.
Y ya hay rumores de posibles reboots o de sorpresas mayúsculas al comienzo de temporada, que incluyen el compromiso de secreto absoluto por parte de la cadena en cuando a la promoción de la serie.
Recomiendo el post de El emperador de los helados al respecto, con algunas reflexiones interesantes sobre el futuro significado de la serie para la cultura popular. Sólo hay una cosa en la que puedo estar en desacuerdo con él, y es que no tiene en cuenta que la última temporada puede destruir todo lo construido hasta ahora si no cumple con las expectativas. Pensad en Matrix. Y Pensad en Matrix Revolutions.
Seguimos con la serie de posts sobre escenas increíbles de la historia del cine y la televisión. En este caso, la escena final del último episodio de la tercera temporada de Galactica, Estrella de combate.
Tras un último salto FTL (quizá si digo hiperespacial se entienda mejor) en búsqueda de la Tierra, la flota con todos y cada uno de los supervivientes humanos restantes aparece frente a la inmensa armada Cylon.
No hay escape. No hay posibilidad ninguna de supervivencia. Todos van a morir. Despegan los Viper (best spaceship ever)… para morir con estilo. De fondo suena una fantástica versión de Bear McReary de All along the watchtower, canción original de Bob Dylan.
Y en ese momento (minuto 2:10 del video aproximadamente) reaparece la nave de Starbuck junto a la de Apollo, diciendo:
Kara Thrace (Starbuck): Hi, Lee.
Lee Adama (Apollo): Kara?
Thrace: Don’t freak out, it really is me (laughs). It’s going to be okay. I’ve been to Earth. I know where it is. And I’m going to take us there.
Zoom out, la cámara atraviesa la flota humana, la flota cylon, se aleja del sistema, sale de la galaxia y vuelve a entrar hasta quedar enfocada sobre ¿la Tierra? Fin de temporada.
Y de regalo otro video tributo con la misma canción, en este caso una versión de Jimi Hendrix, recopilando los mejores momentos del rescate de Nueva Cáprica, en uno de los mejores episodios de la serie (y, por extensión, uno de los mejores momentos que ha dado la ciencia-ficción). La llegada de la Galáctica envuelta en fuego podría ser sin duda otra escena candidata a post propio.
Visto en fluzorama.
Vía Reboot the blog.
El cuarto post de este blog, ya de 2006, ya trataba esta serie y el buen sabor de boca que me estaba dejando la primera temporada. Ayer terminé de verla en un arrebato de media docena de capítulos seguidos, y algo habrá que opinar al respecto. Supongo que a estas alturas cualquiera que quisiera ver la serie ya la ha visto.
Si he de ser conciso con mis opiniones, me limitaré a calificarla como (obviamente y sin discusión) la mejor serie de ciencia ficción que haya pasado por la televisión. Al menos la mejor en su género, que también hay que asumir que la ciencia ficción es muy amplia y comparar Galactica con Expediente-X (por poner) viene a ser lo mismo que comparar Los problemas crecen con El equipo A.
Y lo cierto es que tampoco os voy a contar mucho más, porque cualquier detalle sobre quién vive y quién muere (y esa frontera empieza a ser difusa en la cuarta temporada), o sobre quién es un Cylon durmiente y quién no, lógicamente desbarata cualquier sorpresa. Tampoco puedo comentar mucho sobre los espectaculares cliffhanger de finales de temporada. Y nada del final, que se hace ciertamente difícil de comprender en su totalidad pero que te mantiene pegado al televisor durante la última decena de episodios.
Visionado obligado para todo el mundo.
Ecléctico que es uno…
Nunca es tarde para enamorarse (Last chance Harvey, 2008)
Dustin Hoffman y Emma Thompson (mayores, pero uno bastante más que la otra), se conocen de casualidad tras una larga vida de soltería y malas experiencias en el caso de ella y un amargo divorcio, fracaso profesional y desencanto familiar en el caso de él. Nos vuelven a vender el mensaje de que es imposible vivir bien si uno no está en pareja, y que el resto de objetivos vitales que puedas tener no son nada.
Aparte de eso es una película predecible pero aceptable para quienes nos gusten este tipo de dramas sensibleros. Tarde de domingo al cien por cien.
Barbie en la princesa y la costurera (Barbie as the Princess and the Pauper, 2004)
No preguntéis, la estaban viendo las sobrinas de mi novia y me sentí atrapado por un hechizo maligno que me impidió dejar de verla.
Una película en 3D para sacarles los cuartos a los padres con la excusa de mantener a los hijos contentos, donde las 3D son de primer curso de academia (juraría haber visto incluso algunos pliegues erróneos de las mallas en alguna ocasión), sin cosas tan curiosas como pelo, telas, líquidos ni nada que se le parezca. Técnicamente tiene bastante menos calidad que un anuncio de Actimel. Y el argumento… pues podemos empezar porque Barbie no sale. Hay una princesa y una costurera a quienes les suceden cosas sin sentido, pero no hay ninguna Barbie en toda la película, lo que nos deja muy claro el concepto de “tirar de la franquicia sin rubor ninguno”. La historia en general no tiene ningún sentido, e incluso hay un personaje que es un gato y ladra. Y no me lo estoy inventando.
Moralejas que pueda extraer cualquier espectador: el final último de la vida es el matrimonio, y sin él nada más tiene sentido (todos los personajes se casan al final, incluidos los animales); la monarquía puede optar a una vida de cachondeo, dejando de lado sus obligaciones pero no sus derechos, dónde vamos a parar; y da igual cuál sea tu ocupación en la vida, princesa o costurera, todo será perfecto siempre que tengas vestidos bonitos y puedas casarte.
Estamos destruyendo el futuro de nuestra civilización. Lo curioso es que son películas muy, muy baratas de producir pero, por lo que me dicen, venden como churros.
El libro de la selva (The Jungle Book, 1937)
Genial, nunca pasa el tiempo por ella. Poco más que añadir, excepto dos conclusiones que cruzaron mi mente como estrellas fugaces: Una, que las canciones de Baloo han debido hacer mucho daño al capitalismo norteamericano durante los últimos 70 años (Nunca del trabajo hay que abusar), y dos, que en cuanto hay mujeres de por medio, todos dejamos de lado a nuestros amigos (teniendo en cuenta que ese es el final de la película).
Revolutionary road (2008)
Leonardo DiCaprio y Kate Winslet vuelven a juntarse después de Titanic para… no tengo muy claro para qué, porque el papel de él no pega para nada con el actor. Un drama (muy drama) sobre una familia que se construyó sobre la falsa idea de que debía ser una familia. Como todas, supongo, sólo que en este caso el paso de los años va dejando un poso de reproches y autonegaciones que acaba por ser mayor que los momentos felices compartidos. Una historia de la autodestrucción de una pareja de la que, lógicamente, no os estropeo nada si os digo que no acaba del todo bien. No os recomiendo verla si estáis pasando por una crisis de pareja.
17 otra vez (17 again, 2009)
Y yo que pensaba que era una comedia en la que Matthew Perry volvía a tener 17 años (Big a la inversa). Eso me llamaba la atención, pero el problema es que la película completa es sobre esos momentos con 17 años interpretados por Zac Efron, en una película cuyo objetivo único es su promoción como producto de marketing. El chico es mono, pero se pasan un poco con el asunto de la publicidad del actor como producto.
Tremendamente prescindible. Y si sois mínimamente frikis el sidekick del protagonista os parecerá un continuo insulto.
No ha sido una gran semana, cinematográficamente hablando, la verdad. Menos mal que estoy viendo el final de Galactica para compensar.